Los arquitectos son parte indispensable de la vida cotidiana de todo el mundo, no solo porque crean y diseñan las casas y bloques en los que vivimos, sino que también decoran con sus creaciones las ciudades por las que caminamos día a día mientras llevamos a cabo nuestra vida con absoluta normalidad. Es por esto que, cuando su labor es buena, hay que destacar su trabajo porque contribuyen a la construcción de urbes habitables y confortables para sus habitantes mientras que, si el trabajo es malo, las críticas y mala prensa no tardan en aparecer pues, como hemos explicado, el conjunto arquitectónico de una ciudad es parte muy importante de todos los ciudadanos y suelen ser muy sensibles a este respecto.

Los arquitectos españoles, por tanto, están sometidos a una presión bastante grande, pero suelen salir airosos con sus creaciones, dado su talento y la buena educación que se imparte en las escuelas de arquitectura de toda España. Algunas de las creaciones más llamativas las encontramos en la costa. Las costas suelen tener, según en cuál nos encontremos, una fuerte tradición arquitectónica que marca el conjunto de las zonas costeras, que suelen ser muy características. Por ejemplo, no es igual contemplar una postal de la costa valencia que una de las Islas Baleares, es fácil diferenciar a los mejores arquitectos de Palma de Mallorca de los peores, según sean capaces o no de innovar y crear libremente edificios objetivamente bellos sin destruir la ya mencionada tradición estética en la arquitectura del lugar y seguir dejando que se diferencia del resto.

Los arquitectos españoles suelen ser muy buenos en esto último, aunque, como es inevitable, siempre hay creaciones que rompen por completo la dinámica arquitectónica de una ciudad. No hay que inducir tampoco a la timidez o al tradicionalismo automático, es muy bueno ser valiente y los arquitectos españoles son buen ejemplo de ello, pero es también importante tener cuidado al respetar las líneas estéticas de zonas tan características como las mencionadas anteriormente. Tratar de no ser ni temeroso ni temerario. Precisamente en el conjunto de ambas ideas está la clave para salir airoso y los arquitectos españoles de más éxito suelen incidir mucho en este aspecto, construyendo edificios que se integran bien en el conjunto y que consiguen ser innovadores y un soplo de aire fresco en las ciudades españolas.