Cada vez son más los trabajadores que optan por el teletrabajo. Esta opción tiene numerosas ventajas, como ahorrar en tiempo de desplazamiento, poder compaginar la vida familiar y laboral o ser más productivos.

Sin embargo, para que el trabajo desde el hogar sea todo lo óptimo que buscamos, los expertos aconsejan adoptar una serie de tips para nuestro entorno. Entre ellos, disponer de un pequeño rincón en el que trabajar o hacer uso de los muebles adecuados pueden ayudarnos a aumentar la concentración y, por ende, ser más productivos. Por ello, en muchas ocasiones es necesario hacer una pequeña inversión inicial y comprar sillas de escritorio o mesas a la altura adecuada.

Pero si no sabes cómo puedes hacer esto, no te preocupes. A continuación te contamos lo que necesitas saber sobre cómo tiene que ser la oficina que tengas en tu casa.

Espacio adecuado

Sabemos lo que te estás preguntando: ¿tan necesario es disponer de un rincón dedicado solo y exclusivamente al trabajo? La respuesta es . El tener separado el espacio de trabajo del resto de la casa permite a la mente establecer una separación en lo que a entorno laboral y familiar se refiere. Pero este rincón no tiene por qué ser una habitación entera. Si no dispones de grandes espacios, un pequeño escritorio en el salón o en la propia habitación es suficiente. La idea es crear un entorno en el que no te distraigas y puedas concentrarte sin esfuerzo. Ese será tu entorno de trabajo.

Mesa y silla perfectas

Puede parecer algo lógico, pero no es así. En ocasiones, nos dejamos llevar por «oficinas de ensueño» que aparecen en revistas de decoración y, sin embargo, su mobiliario no es nada funcional. En este punto, los expertos son claros: la mesa y la silla deben ajustarse a la postura. Piensa que vas a invertir muchas horas de tu día en ese espacio, de modo que tu espalda y tus hombros deben cargarse lo menos posible.

Si no dispones de una silla cómoda y una mesa a la altura adecuada, ahorra e invierte en ellas. Son instrumentos necesarios para trabajar desde casa, por lo que no debemos escatimar en ellos.

Luz y protección para los ojos

Cuando hablamos de trabajar desde el hogar, damos por sentado que el ordenador será una herramienta presente. Pero estos aparatos emiten una luz azul que puede ser dañina para el ojo humano. Por ello, la luz desempeña un papel muy importante en nuestro trabajo.

Los expertos aconsejan disponer de un espacio con luz natural y colocar lámparas con iluminación LED. Si en tu espacio no entra demasiada luz natural, no te preocupes. Invierte en lámparas de este tipo para evitar sobrecargar la vista y colócalas en puntos estratégicos de la habitación. Además, adquirir unas gafas que protejan de la luz azul del ordenador puede ser una buena decisión a largo plazo.

Organización del espacio

Ya tenemos lo básico para poder trabajar. Pero ¿y ahora? Lo suyo es disponer de estanterías o muebles con baldas para poder organizar correctamente el papeleo y no perder nada. Existen numerosos documentos de gran importancia, por lo que archivarlos por fecha te permitirá acceder a ellos en un momento determinado sin perder tiempo en el proceso.

Además, si hablamos de organización, ¿por qué no colocar un corcho en la pared para organizar el espacio? Es una inversión mínima que puede ayudarte a no olvidar fechas o acontecimientos importantes.

Decoración y comodidad

Si las estanterías y los muebles en general sirven para almacenar documentos, ¿por qué no darles un toque de color? Las plantas o los elementos decorativos, como fotografías o flores, aportan vida al espacio y lo convierten en una zona confortable. No se trata de sobrecargar el espacio, sino de hacerlo nuestro. Recuerda que pasarás muchas horas en ese lugar, de modo que lo importante es que te sientas lo más cómodo posible en él.

¿Qué se puede colocar? Aquí entra el gusto personal de cada uno: cuadros, plantas, alfombras, libros, flores, fotografías… En este sentido, aplicaciones como Pinterest pueden ser de gran ayuda.

Pequeños detalles

¿Pero todavía queda más? Puedes estar tranquilo. Estos últimos detalles son del gusto de cada uno y, sobre todo, se van añadiendo conforme nos vamos sintiendo más cómodos y familiarizados con el entorno. Sin embargo, al invertir tiempo en la oficina hay cosas que se van echando en falta. Por ejemplo, una máquina de café puede ser una inversión que facilite la vida a los amantes de la cafeína. ¿Por qué no ir añadiendo una pequeña mesilla y una cafetera para darnos un respiro?

Pero no es lo único que podremos añadir con el tiempo: máquina de agua, impresora cerca, agendas, lámparas con luz indirecta… Todo depende de las necesidades individuales de cada uno.

Como ves, lo principal es encontrar confort en la zona que elijamos como lugar de trabajo para, a partir de ahí, comenzar a trabajar.