Con la llegada de la primavera y el buen tiempo, ¿a quién no le apetece sacar fotos de flores? Vamos a compartir unos trucos básicos para sacar más partido a nuestros ‘coloridos’ modelos, y realzar su belleza natural.

Para practicar, si no te apetece salir al campo, busca plantas en tu entorno cercano. Un parque, el jardín botánico, las macetas que adornan las rejas y balcones… O regala un bonito ramo a alguien querido y aprovecha la ocasión para inmortalizarlo.

Utiliza el trípode

Cuando vamos a sacar fotos de flores, lo que queremos es retratar los pequeños detalles de las mismas con la mayor definición y claridad. Sobre todo si vamos a imprimir las imágenes a gran tamaño.

Por este motivo, debemos trabajar con trípode. Si lo hacemos cámara en mano, la foto saldrá movida.

Por otra parte, un trípode pequeño nos permitirá realizar tomas que, de otro modo, no podríamos sacar… Salvo que nos tumbemos o forcemos la postura.

Si surge una oportunidad y no llevas el trípode, utiliza una velocidad de obturación alta para poder congelar el movimiento. Otro truco –especialmente si hace viento- es tomar fotos en modo ráfaga y seleccionar las que estén bien.

En cuanto a las lentes, la opción más evidente es utilizar un objetivo macro. Con un objetivo normal no podrás enfocar a distancias reducidas, ni captar los pequeños detalles o los distintos elementos de la flor: pétalos, estambres… ¡o bichitos!

Aquí y aquí tienes sendos artículos con más información y consejos sobre macrofotografía.

Juega con encuadres y el ángulos

Pero en fotografía, no todo depende de la máquina. La principal herramienta de trabajo es el ojo.

Antes de sacar fotos de flores, debemos estudiar el encuadre y la perspectiva. ¿Queremos ubicar la planta en su entorno o centrarnos en los detalles? ¿En horizontal o vertical?

Si optamos por las primeras opciones, el resultado será más ‘natural’. En el segundo caso, la flor será la verdadera protagonista y el resultado, más singular.

Algo similar ocurre con el ángulo de disparo. Toma fotos desde arriba, pero también desde abajo, como en la imagen del ejemplo, hasta dar con el que más te guste.

¿Recuerdas nuestro artículo sobre las reglas de composición? La ley de los tercios es muy útil para sacar fotos de flores. Aleja el elemento principal del centro y busca mejor las intersecciones entre líneas.

Dale todo el protagonismo

Un problema a la hora de sacar fotos de flores son las distracciones. En el exterior, lo habitual es que haya otras flores o elementos que desvíen la atención.

Para que la foto de nuestra flor conquiste al espectador debe ser el único centro de atención. ¿Y cómo lograrlo? Aparta o retira todos los objetos que puedas. Si no es posible, cambia el ángulo de disparo.

Un modo de aislar las flores es cerrar mucho el diafragma y disparar con flash. El resultado es un elegante fondo prácticamente negro, aunque no muy natural.

También puedes difuminar el fondo reduciendo la profundidad de campo, es decir, la zona enfocada de la foto.

Otro truco es utilizar cartulinas de colores. Prueba a colocar detrás de la flor una cartulina azul o de otro color, para obtener resultados impactantes.

Finalmente, y como siempre, saca muchas fotos y tómate todo el tiempo que necesites para ello, para tener material suficiente a la hora de editar.