Abril y mayo son los meses de las primeras comuniones. Si hace poco explicábamos cómo tomar fotos de estas ceremonias, hoy vamos a darte una idea como invitado. Regalar una cámara de fotos.

A veces es difícil encontrar un regalo para un preadolescente. Sobre todo para un día tan especial como el de la Primera Comunión.

Primero, porque tienen de todo. Segundo, porque están en una edad complicada. No dejan de ser niños, pero están a punto de dar el estirón. Otro tema espinoso es el presupuesto.

Así que regalar una cámara puede ser un acierto. Y no sólo porque los niños sean amantes de las nuevas tecnologías. Sino por los beneficios que les aporta iniciarse en la fotografía… En la que habrán hecho sus pinitos con el smartphone de sus padres.

Explorar el mundo

La fotografía estimula la curiosidad de los niños y les permite explorar el mundo. Es un vehículo para aprender a mirar y observar con detenimiento lo que les rodea.

Los menores dejan de ser los protagonistas de nuestro objetivo para captar su visión del entorno (y fascinarnos con ella).

A los pequeños no les llama la atención las mismas cosas que a nosotros. Tampoco siguen reglas como las de composición. Sencillamente captan aquello que les interesa. Y encuentran la belleza en cosas que a los mayores nos pasan desapercibidas.

Por otro lado, regalar una cámara ‘que sólo hace fotos’ a un nativo digital acostumbrado al smartphone y a sus filtros instantáneos puede sorprender al homenajeado. Y no digamos si es analógica.

Características

Bromas aparte, ¿qué tipo de cámara podemos regalarle? Como ocurre con los adultos, hay muchas opciones y precios.

Hay cámaras especialmente diseñadas para los más pequeños, de colores llamativos, con empuñaduras, personajes,… Pero yo prefiero regalar una cámara compacta normal.

A estas edades pueden manejarla bien y seguramente prefieran un dispositivo de adultos. Además, saben distinguir una cámara de calidad de un juguete.

No obstante, a la hora de elegirla procura que sea pequeña, ligera, resistente y fácil de usar. Fíjate también en los botones y en que pueda llegar a los mismos con facilidad.

También es bueno que sea sumergible, porque a su dueño le encantará tomar fotos bajo el agua… o acercarse peligrosamente a este medio.

No te recomiendo que tenga conexión wifi. A estas edades no deberían publicar este tipo de contenidos en Internet y redes sociales, pero es una opinión personal. Consulta con los padres, si tienes dudas.

Regalar una cámara deportiva también puede ser una gran idea. Sobre todo si el niño es activo y practica actividades al aire libre.

Si no queremos gastar mucho, podemos pagar el regalo entre varios familiares. Es mejor eso que un mal obsequio. Comprar una buena cámara de segunda mano o algún modelo más antiguo o descatalogado también puede ser una opción.

También podemos regalarle una cámara que nosotros ya no usemos, junto con otro detalle (nuevo). Un trípode, una funda, una impresora y papel fotográfico… O la impresión en un álbum fotográfico de su reportaje ‘paralelo’ de la Comunión.